La palabra "villancico" deriva de la denominación (villanos) dada a los habitantes de las villas, para diferenciarlos de los nobles o hidalgos. En España, el origen de los villancicos se halla en una forma de poesía preferentemente cultivada en Castilla, parecida al zéjel. Esta es una forma de composición o métrica popular de los musulmanes españoles. (Por ej.: "Zéjeles del Cancionero de Aben Guzmán"). Antes de denominarse villancicos, recibieron también los nombres de "villancejos" o "villancetes".
Estas canciones de Navidad son muy valoradas por la Iglesia Católica. Y la más antigua data del siglo IV: "Jesus refulsit omnium", atribuida a San Hilary de Poitiers. Más tarde, la música navideña cristiana del Medioevo, siguió las tradiciones del "Canto Gregoriano", mientras que en el Renacimiento italiano, surgió una forma de canciones navideñas más alegre y juguetona. De algún modo, ellas se acercan más a los posteriores villancicos que hoy conocemos.
En inglés, los villancicos son denominados "carols". La palabra tiene su origen en el francés "caroler", que significa bailar haciendo un anillo o círculo (similar a nuestra "ronda"). Dichas canciones se interpretaban en latín, su contenido era religioso y debido a su adopción por los países protestantes, las tradiciones musicales de Navidad se intensificaron.
Una de las más célebres canciones de Navidad es "Noche de Paz" (originalmente "Stille nacht, heilige nacht") cuya letra fue escrita por Joseph Mohr, párroco de un pueblito de Austria y la música, compuesta por un profesor de música, Franz Gruber, poco antes de la Navidad de 1818. El profesor la enseñó a los feligreses y la acompañó en guitarra, dado que el órgano de la iglesita estaba descompuesto, cantándose por primera vez, en la fecha indicada.
Colaboración enviada por Alfonso Pérez Rave, Santiago de Chile.
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